Al terminar la primera manga, llevamos el coche hacia la cola para dar la segunda. El piloto se fuea descansar.
La fila era muy larga, y un equipo de alumnos, junto con los profesores, se quedaron con el Lince.
Como teníamos mucho tiempo, decidimos hacer algunas modificaciones sobre el coche, para arriesgarnos, conscientes de que la siguiente iba a ser la última manga que íbamos a realizar. Teníamos que reducir, dentro de nuestras posibilidades, el consumo de nuestro Lince. La primera medida fue en lo referente a la conducción, teniendo en cuenta la velocidad y dirección del viento. El profesor Luis Javier, instruyó adecuadamente al piloto sobre ligeras modificaciones en cuanto a la conducción.
Ya, dentro del último tramo de la fila de vehículos, le quitamos la carcasa al Lince.
A continuación se muestra un vídeo con el Lince y el equipo IES Jándula en la fila de espera para entrar en la pista:
Estuvimos hablando sobre qué acciones íbamos a realizar sobre nuestro vehículo.
Al final, decidimos aumentar la presión de cada neumático en 1kg/cm2.
Sabíamos que era arriesgado, debido al peligro de reventón, pero si todo salía bien, el rozamiento de nuestros neumáticos con la pista sería menor, con lo que gastaríamos menos.
Otra modificación consistió en aumentar la tensión del cable de accionamiento del embrague, con lo que conseguiríamos que el conductor, con el mismo esfuerzo, consiguiera mejor acople del embrague, reduciendo las pérdidas por falta de adherencia entre el ferodo y la pista.
La espectación era máxima entre los componentes del equipo.
Por fin, el piloto se introdujo en el Lince. La suerte estaba echada.
